Clínica de HipnoTerapia: Evitación por miedo social

domingo, 21 de enero de 2007

Evitación por miedo social

El humano es un ser social, como tal, estamos sujetos la mayor parte del tiempo a una serie de pautas, como son las relaciones con nuestros congéneres.
El hombre en un momento dado puede vivir solo o depender de él mismo en la edad adulta, no así en el nacimiento, donde va a depender de otras personas que le suministrarán el alimento necesario para sobrevivir, así como las claves para tener un desarrollo que le permitan moverse en el mundo que le rodea. La casi total carencia de instintos animales nos hace dependientes desde el nacimiento, siendo el aprendizaje por observación e imitación del entorno nuestro motor principal de crecimiento, motivo por el cual de una u otra manera siempre estaremos integrados en una red de relaciones sociales que inevitablemente nos obligará a tratar con otros. Esto parece ordinario a la mayoría, pero;
¿qué pasaría si la sola idea de ver y hablar con otras personas nos pone nerviosos? ¿O si nos atormentamos por lo que puedan pensar los demás? ¿O si sencillamente no nos atrevemos a ir a lugares o realizar algunas actividades porque creemos que a la gente no le vamos a caer bien, o que van a pensar que somos tontos o inútiles, o algo? Sería terrible, ¿verdad?
Por supuesto, una conducta así -caracterizable como «timidez patológica»- obviamente no es normal, obstaculiza enormemente el desarrollo personal y afecta la calidad de vida, por lo que se considera a este comportamiento como un trastorno.
El Trastorno por Evitación es un alejamiento sistemático de cualquier contacto social, sensación de no ser lo suficientemente bueno (inteligente, agradable, aceptable, atractivo, etcétera), e hipersensibilidad a la evaluación negativa o la crítica. Los individuos que lo padecen suelen evaluar atentamente los movimientos y expresiones de aquéllos con los que tienen contacto. Este comportamiento tenso suele provocar lo que clínicamente se llama en psicología «profecía autocumplida»: esto es, se genera un círculo vicioso en que la proyección de la propia inseguridad propicia al afectado ser blanco de burlas o risa, lo cual a la vez provoca más ansiedad e inseguridad. Además, es frecuente que estos individuos tengan dudas sobre sí mismos y baja autoestima, y las personas los describen como «tímidos», «solitarios» y «aislados».
¿Qué conductas presenta quien padece este trastorno? El afectado evita trabajos o actividades que impliquen un contacto interpersonal importante debido al miedo o a las críticas, la desaprobación o el rechazo; es reacio a implicarse con la gente si no está seguro de que va a agradar, demuestra represión en las relaciones íntimas debido al miedo a ser avergonzado o ridiculizado; está preocupado por la posibilidad de ser criticado o rechazado en las situaciones sociales; está inhibido en las situaciones interpersonales nuevas a causa de sentimientos de inferioridad; se ve a sí mismo socialmente inepto, personalmente poco interesante e inferior a los demás; y es extremadamente reacio a correr riesgos personales o a implicarse en nuevas actividades debido a que pueden ser comprometedoras.
Como seres sociales y siendo realistas no podemos ir por la vida con miedo al contacto con los demás, y tampoco sería una manera sana de vivir; por lo que quien se encuentra en esta situación necesita ayuda profesional especializada, la hipnosis clínica aporta una herramienta muy eficaz para poder superar ciertos comportamientos. Recordemos que en nuestras manos está cómo elegimos vivir.

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